TE ALABO, PADRE, Y TE DOY GRACIAS

Quiero alabarte, Señor, por la creación entera, porque por ti han sido creadas todas las cosas.

Te alabo, Padre, porque todas las cosas las has creado para bien mío y por mi amor...

Y tus obras van pregonando tu gloria y tu poder...

Gracias, Padre, porque las has creado con amor para todos y cada uno de los hombres... porque nos amas infinitamente.

Gracias, Señor, por la senda que no tiene piedras ni espinas... y en cuyo ribazo crecen las flores...

Gracias, Señor, por la tierra que me sostiene...

Gracias, Señor, por el aire que respiro y acaricia mis mejillas... cada hora, cada día...

Gracias, Señor, por los pájaros que cruzan el horizonte, pueblan nuestros árboles y nos alegran con sus armoniosos cantos.

Gracias, Señor, porque ni siembran ni recogen en graneros, y tú los alimentas.

Te alabo, Señor, por esa hierbecilla fina y mullida del camino que, en las tardes de paseo, suaviza mis pisadas...

Gracias, Señor, por los lirios del campo, que no hilan ni cosen, pero ni Salomón, en todo el esplendor de su gloria, se vio vestido como uno de ellos. Tú, Señor, los vistes de gala, terciopelo y bellos colores.

Gracias, Señor, por el perfume de nuestros jardines.

Te alabo, Señor, por la majestuosidad de nuestras cumbres nevadas... origen de nuestros manantiales, fuentes y ríos.

Gracias, Señor, por la mirada limpia y pura de los niños, en cuya pupila te reflejas Tú.

Te alabo, Señor, por el cansancio del anciano, que ha sabido gastar su vida por ti y por los hermanos.

Gracias, Corazón de Jesús, por mi cruz de cada día, que, unida a la tuya, servirá para salvar al mundo.

Señor, que, al caminar junto a ti, a lo largo del día, me decida sin cobardías a seguir a la Luz del Amor y la Verdad...

Gracias, Señor, porque tu Amor no tiene fin...

Corazón de Jesús, enséñame a orar... a saber contemplar tu rostro en cada suceso de la vida...

Comulga el primer Viernes

Misioneras Hijas del Corazón de Jesús

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